¿Qué lecciones de vida podemos aprender de la estructura cristalina del diamante?

 

- Por Wilmer Romero -

Aquí te doy el secreto para que luzcas como un diamante

Todos nos maravillamos de la perfección cristalina del diamante, de su espléndida belleza que cautiva y hace que sea irresistible a la ambición de la mayoría de las personas. ¿Qué novia no desearía lucir un anillo con diamante en su noche de boda? 

El diamante representa el símbolo de uno de los sentimientos más puro que mueve al mundo: el Amor. También es un símbolo que representa la perfección, la firmeza, la rectitud, la voluntad, la riqueza y el poder. Es el mineral más duro que existe en todo el planeta.

El diamante y el grafito son químicamente iguales

Ahora bien, quizás te sorprenda saber que el diamante está constituido por el mismo elemento que forma al grafito. Así es, tanto el diamante como el grafito están hechos de un mismo elemento químico, el carbono. Si hiciéramos un análisis químico a ambos materiales el resultado sería exactamente el mismo, carbono puro. 

Si esa palabra te suena a carne asada, es porque es el mismo material que usamos en una parrillada o barbacoa. Claro está, a nadie en su sano juicio se le ocurriría usar trozos de diamantes para hacer una parrillada, para ello está su primo hermano, el carbón.

Pero espera, sigue leyendo que todavía no te he dado el secreto de por qué el carbono en el diamante es resplandeciente y hermoso y no apagado y oscuro como el grafito.

Ahora que ya sabes que desde el punto de vista químico el diamante y el grafito son exactamente lo mismo, una dama no debería enojarse si su prometido, sabiendo mucho de química, le regala un anillo de compromiso con un trozo de grafito, en vez de una piedra tallada de diamante, después de todo, ambos son hecho del mismo material.

Pero bueno, entonces ¿Qué hace que el diamante luzca tan hermoso y el grafito tan horroroso? 

El diamante es sólo una de las formas en la que puede transformarse el carbono, también esta el grafito, los fulerenos, nanotubos y otros. Si observamos la tabla periódica de los elementos, sólo vamos a encontrar como representante de todos ellos al carbono, el cual es un elemento químico no metálico. Entonces, todos los materiales antes mencionados provienen de una raíz común: el carbono. 

Ahora, ¿Por qué el diamante luce tan diferente al grafito, si ambos son carbono puro? 

La respuesta más sencilla está en la forma en como los átomos de carbono se organizan internamente en el material. Fíjate que la palabra clave es Organización. Si asumimos que cada material en el que se puede transformar el carbono representa, como analogía, a una sociedad humana, en donde cada átomo de carbono es un simple miembro de dicha sociedad, entonces, los átomos dentro de la sociedad del diamante poseen la máxima estructura organizativa que es posible alcanzar en una sociedad cualquiera. La integración entre cada miembro de dicha sociedad es total y perfecta. Ese es mi apreciado lector el secreto, el por qué de la belleza del diamante, no hay otra explicación. 

El poder organizacional de los átomos 

Quizás te preguntes con admiración ¡Organización!, me parece muy simplista. Así es, parece imposible que algo tan sencillo tenga tanto poder para transformar las cosas. Los átomos de carbono dentro del diamante están tan fuertemente unidos y estructuralmente organizados que forman una sola unidad compacta, lo que le permite adquirir la máxima dureza que pueda aspirar un material de forma natural. Ahora que ya conocemos el secreto del diamante, podemos citarlo como un ejemplo contundente de lo que puede hacer la unión y la organización.

"El poder está en la unidad".  Lema nacional de Georgia.

El grafito por el contrario no posee una organización interna tan perfecta como el diamante. Eso hace que el material sea suave y fácil de romper, razón por la cual podemos usar un lápiz de grafito para escribir con facilidad. Siguiendo la analogía de considerar a cada material como una sociedad, en donde cada individuo es un átomo de carbono, en el grafito la sociedad se divide en estratos sociales o capas que se separan una de otras.

Cada estrato social esta débilmente unida una con otra, es como una sociedad dividida, con muy poca relación entre ellas. Esta falta de unión o interacción entre las diferentes capas hace que la estructura vista como un todo sea también débil, permitiendo que cada capa sea destruida fácilmente con apenas un pequeño esfuerzo, el mismo esfuerzo que aplicamos al escribir una palabra usando un lápiz de grafito.

¿En qué sociedad realmente te gustaría vivir? Y en lo personal, ¿Cómo te gustaría realmente lucir, como un diamante o como un carbón?

Fíjate que cada material contiene los mismos individuos, que en este caso son los átomos de carbono, pero estos se organizan diferentes en cada material y por lo tanto generan resultados diferentes. En esta analogía que hemos descrito, el máximo exponente de una sociedad perfectamente organizada e integrada está representado por el diamante.

Podemos extrapolar que en cualquier sociedad en la que sus miembros se organicen formando una sola unidad coherente, es una sociedad tipo diamante, si no se logra esta estructura organizada, entonces podríamos llamarla una sociedad tipo grafito.

Nada es gratis, todo exige voluntad y esfuerzo 

Para que el diamante logre tan elevado nivel de perfección organizativa, se requiere de condiciones de presión y temperaturas extremas, que sólo existen a profundidades de unos 190 km bajo la corteza terrestre. Como puedes ver, a los átomos de carbono en el diamante le cuesta organizarse, no es tan fácil ni gratis, tienen que pagar un precio. Si traducimos esto al terreno humano, podemos comprender el por qué es tan difícil que nuestras sociedades alcancen un alto nivel de organización y que se mantenga en el tiempo. ¿Estamos dispuestos a pagar un precio para lograr la unidad?

Organízate y verás los resultados 

Debemos entonces aprender del ejemplo que nos dan los materiales a escala atómica, en este caso el diamante. Debemos organizar nuestra vida para que cada vez se parezca más a un diamante. Y organizarnos significa también saber hacia dónde queremos ir y qué queremos lograr.

Con el esfuerzo y la dedicación necesaria, el cual es el precio que debemos pagar, lo podemos lograr. El amor por los estudios y la pasión por aprender es una forma efectiva de organizar nuestras vidas. Seamos y actuemos como un diamante para forjar el camino que deseamos. ¿Y el carbón? Bueno, eso lo dejamos para la parrilla de este fin de semana, ¡te parece! 

«Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que la educación hace de él».  Inmanuel Kant.

¿Qué otra lección crees tú que podemos aprender de la estructura organizativa de los átomos? No dudes en dejar tus comentarios. Puedes también compartir esta información en los medios sociales, y si lo deseas, puedes mantenerte en contacto conmigo a través de las redes sociales de tu preferencia.